martes, 22 de diciembre de 2015

MALICK DIAW

DE SENEGAL PARA EL MUNDO

Tuvimos la suerte de asistir al concierto de Malick en la sala Intruso de Madrid y poder charlar con él un rato para que nos contara algo más sobre su música y la estupenda acogida que está teniendo fuera de su país.
 


¿A qué edad empezaste a tocar la guitarra?

Fue a los catorce o quince años allí en Senegal con un tío mío que tocaba. Luego fui aprendiendo más cosas de otros guitarristas y de un libro de acordes que cayó en mis manos.

¿Qué tipo de música es la que habitualmente escuchas? ¿Tienes algo que ver con la que haces?

De pequeño escuchaba más jazz y rock. Con el tiempo comencé a trabajar la música tradicional de mi país y luego busqué crear un estilo que fuera una mezcla de ésta con blues y jazz.

¿Crees que el mundo de hoy se está volviendo por fin más receptivo a otros tipos de música más allá de la anglosajona?

El público siempre busca cosas nuevas y sus oídos agradecen oír algo como esta combinación de folklore con otros estilos. Intento que cualquier persona del mundo pueda apreciarla y disfrutarla de igual manera.

¿Qué mensaje quieres transmitir mediante tus canciones?

Mi mensaje es un puñado de cosas que nos interesan a todos, como puede ser el amor bajo diversos puntos de vista. Y también abordo temas tan serios como el de la emigración de África a Europa, algo que en realidad no merece la pena porque luego es muy complicado conseguir permisos, trabajo, dinero… hay que pensárselo mejor antes de cruzar el océano en una patera.

¿Qué conoces de la música española?

Conozco bastante, mis favoritos son Chambao, Vicente Amigo, Paco de Lucía y Enrique Morente, con quien tuve la suerte de colaborar en 2005.

¿Cuál es tu objetivo inmediato?

Ahora promocionar el disco en todo el mundo. Estaré presentándolo en Granada el 22 de enero en Booga Club y en Sevilla el 23 en la sala Malandar.

FOTOS: SILVIA CANTERO










sábado, 19 de diciembre de 2015

BROMAS APARTE

TOMÁNDOSELO EN SERIO

Bromas Aparte insuflan un aire renovado y a la vez nostálgico al panorama musical. Sus temas nos traen reminiscencias del pop de los ochenta pero, eso sí, debidamente adaptado a los nuevos tiempos. Si aún no les habías descubierto, este es un momento tan bueno como cualquier otro:


En vuestras canciones se percibe una curiosa combinación de romanticismo y gamberreo ¿Sois algo así como unos macarrillas que tienen su corazoncito?

Nuestras canciones pueden ser “terapéuticas” o creativas pero siempre son fieles a nuestra realidad, nacen de nosotros y no están supeditadas al criterio de ninguna compañía discográfica.  Somos tal y como parecemos y no queremos anular nuestra inspiración aunque a veces nos tenemos que frenar un poco porque se nos va la olla…

¿Teméis que se os confunda con “otro producto” y no se os tome por un grupo serio?

No porque estamos muy seguros de nuestro proyecto y ante todo somos una banda de amigos que hacen pop-rock y desde luego no somos ningún producto. Además llevamos dedicándonos a esto desde el 2010, ya tenemos una historia detrás. Nos gustaría poder ganarnos la vida con ello pero ahora mismo la cosa está bastante complicada.

En estos tiempos tan convulsos que vive la música en nuestro país ¿Por qué creéis que debería la gente asistir a vuestros conciertos, o comprar vuestro disco?

Porque rompemos con la monotonía de las boybands que de pronto suben como la espuma y desaparecen rápidamente. No somos un puñado de caras bonitas y canciones vacías que en un momento puedan gustar pero que tienen una fecha de caducidad muy próxima. Pienso que somos un grupo de verdad en un mundo en el que hay tantos artistas prefabricados cantando en un idioma que ni ellos mismos entienden. Nosotros hacemos lo nuestro y contamos lo que nos pasa.

Vuestro álbum tiene una producción impecable en la que se han añadido teclados para contrastar con las guitarras ¿Cómo describiríais vuestro sonido?

Hacemos pop-rock de toda la vida sin renunciar a otras influencias que nos puedan aportar cosas buenas. En lugar de llevar un teclista nos apoyamos en unas secuencias complementarias con lo necesario para que en nuestro directo no se eche nada en falta.


En vuestro disco afloran ecos de bandas españolas ochenteras como Radio Futura, Rebeldes, Gabinete Caligari… pero ¿no sois demasiado jóvenes para conocer todo aquello?

¡Es lo que más consumimos! Y nuestra mayor fuente de inspiración. Tenemos la suerte de contar con Capi, que es uno de los puntales de toda esa movida y que nos orienta, nos recomienda lecturas y cosas que nos conviene saber. Desde luego hoy nadie hace lo que se hacía entonces, se vive una cierta crisis de ideas y de creatividad ahora mismo.

¿Y cuáles son vuestros proyectos inmediatos?

El disco se publicó en octubre y se colocó número uno en itunes, el próximo objetivo es lanzarlo también en soporte físico. A finales de diciembre estamos en A Coruña y están previstas también Sevilla y Granada. La presentación en Madrid queda para principios de 2016 y también estamos deseando volver a México, donde nos acogieron con mucho cariño.







jueves, 10 de diciembre de 2015

PLUGIN

SYNTH POP DE ÚLTIMA GENERACIÓN

La propuesta de Plugin es tan llamativa como arriesgada. ¿Se puede rescatar el sonido más genuino del pop electrónico de principios de los ochenta y recrearlo con una nueva sensibilidad más sofisticada y actual? Se puede, y su álbum “Cambiando” es la prueba.




¿Cómo nace un proyecto como Plugin?

Pues yo (Rodrigo) trabajaba en otra producción en Chile. Se trataba de algo que me habían encargado y necesitábamos un cantante. Me hablaron de Ignacio que por aquel entonces cantaba en otro grupo y me gustó su voz. Empezamos a trabajar en dicha producción y nos fuimos conociendo más. Nos dimos cuenta de que teníamos los mismos referentes y después de aquello decidimos que teníamos que hacer algo juntos.

Vuestro sonido es clásico y moderno al mismo tiempo ¿Vosotros cómo lo definiríais?

Todo tiene su por qué, mezclamos mucho de los ochenta (Depeche Mode por ejemplo), ahí encontramos un gran referente sonoro y armónico. Mi formación es más clásica y la de Ignacio más moderna, lo cual nos ha permitido hacer renacer el synth pop en el siglo XXI.

¿De qué manera os organizáis a la hora de crear los temas?

Ambos hacemos todo. Puede empezar cualquiera de los dos sobre una estructura armónica y melódica que nos enviamos por correo y poco a poco vamos armando la canción durante una especie de ping pong. Cada uno enriquece las ideas del otro buscando sorprendernos primero a nosotros mismos y luego al público.

¿Algún día os plantearíais hacer una música acústica, desprovista de todo componente electrónico?

Sí, de hecho lo hemos hablado. De hacer algo diferente a lo que hacemos, sería algo acústico. Precisamente en España es habitual interpretar alguna canción a guitarra y voz en la radio y hemos descubierto que nos lo pasamos bien haciéndolo.

¿De qué hablan vuestras canciones?

Tenemos muchas conversaciones para decidir las temáticas que vamos a abordar. No somos muy letristas pero por suerte Ignacio se atreve con ellas más que yo. Primero decidimos de qué queremos hablar, cosas de nuestra vida dejando patentes los puntos de vista de ambos para hacerlas más universales. Buscamos hablar de algo más que el amor, y cuando lo hacemos nos resulta mucho más interesante tratar sobre el punto de vista real y no el ideal, preferimos contar lo que realmente sucede en las relaciones.

¿En qué andáis inmersos en este momento?

Creo que ya hemos estrujado y exprimido este disco todo lo posible así que ya hemos empezado a trabajar en nuevo material para el año que viene. Estamos con nuestro habitual proceso de “ping pong” y aún no sabemos que paso vamos a dar esta vez. En nuestra opinión todo artista pop debe evolucionar siempre pero sin perder su esencia.

El próximo sábado 12 de diciembre actuamos en la sala Ya’sta de Madrid. En nuestros conciertos vamos únicamente los dos, yo me ocupo de los teclados y secuencias mientras Ignacio canta y maneja las visuales. Esperamos veros por allí.

FOTOS: PLUGIN